La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el virus COVID-19 una emergencia de salud pública de escala internacional por lo que fue declarada una pandemia. COVID-19 se ha convertido en una tragedia humana que afecta a gobiernos y empresas por igual. Se trata de una crisis que tiene profundas repercusiones para las empresas a nivel mundial.  Desde el cierre total o parcial de las operaciones hasta la incertidumbre sobre el futuro, en especial para las micro y pequeñas empresas, lo que sin duda afectara intensamente las cadenas de suministros, la empleabilidad y la tensión del flujo de caja; las empresas están sintiendo la conmoción comercial y financiera del brote de COVID-19.

No podemos permitir que las empresas vayan caída libre ante esta situación; es el momento para planificar la recuperación de las empresas, y para ello tres ideas:

Pensar, planear y actuar.

Tres cosas que las empresas deben hacer para sobrevivir en el futuro. Si bien es cierto la planificación estrategia nos ayuda de definir nuestra ruta para obtener los objetivos de la empresa, creo que ninguna planificación estratégica podría haber estado preparada para esto.

A muchas empresas nos ha tocado replantearnos a través de estrategias de teletrabajo, donde no solo es necesario a la asignación de tareas, sino mantener el control sobre los tiempos de ejecución, y mantener el ánimo arriba para contribuir a las metas y sobre todo mantener la comunicación entre los miembros de la empresa; es ahí donde las tecnologías deben de ayudarnos a facilitar nuestras operaciones a través de sistemas de gestión de trabajo, pero al mismo tiempo control sobre el cumplimiento de metas asignadas a cada colaborador.

Estrategia para la continuidad del negocio

Cuando hace 6 meses un empresario amigo me consulto como podría tener continuidad en su negocio si no pudiera entrar a su oficina por dos semanas debido a una catástrofe, me hubiera pareció algo sacado de una película de Hollywood.

Sin embargo, esta pandemia nos ha demostrado que ya no es cuestión de si sucederá, sino más bien de cuanto durará y cuando será la próxima, por lo que las empresas debemos preguntarnos si tenemos la cadena de suministros adecuada, los controles sobre nuestros bienes y servicios adecuados y la agilidad para soportar una irrupción de este tipo por meses.

En nuestro caso, como empresa de transformación digital podemos decir que no estábamos prepararnos para esta situación, pero si en mejores condiciones que muchos otros sectores, muchas de nuestras operaciones ya eran a través de nuestro equipo externo y las realizamos en la nube, aun así, hubieron algunas cosas a las que nos tuvimos que adaptar y corregir en el camino, como impresiones, sellos, propuestas en físicos, declaraciones juradas certificadas por notario y algunos pagos de forma presencial. Muchos de los procesos que realizan otras empresas son manuales o están en un sistema cliente servidor o están disponibles únicamente dentro de la empresa, sin duda, este es el momento de acelerar estrategias de transformación digital que nos ayuden a tener una mejor relación por medios digitales con nuestros clientes, proveedores y empleados.

Tomar decisiones basadas en datos

Sea cual sea la estrategia o decisión que busque tomar asegure que sea basada en datos, porque no podemos darnos el lujo como empresa de tomar decisiones basadas en percepciones o suposiciones, sin criterios técnicos que analicen la realidad y que nos permitan definir los posibles escenarios para nuestra pronta recuperación.

Analizar series, variables, valores y comportamientos con el mayor grado de granularidad y considerando los cambios correctos para asegurar un futuro ágil, permitirá que su empresa tome el camino correcto y esto inicia por hacer mas eficiente, eficaz y tener mejor control sobre las operaciones automatizando sus procesos.

Hay lecciones que aprender después de las crisis, pero las empresas debemos tomar decisiones ahora teniendo en cuenta la recuperación.